La innovación es la nueva necesidad vital de las compañías.
Sin embargo, ser una empresa innovadora no es modificar toda nuestra estructura y centrar nuestro único foco en innovar. Es una tendencia más compleja que ha de ser implementada fase a fase y que afecta a la globalidad de la compañía.
Actualizarse constantemente y tener la capacidad para lograr e impulsar cambios que permitan alcanzar nuevos objetivos de crecimiento resulta todo un reto. Captar del mercado las últimas tendencias en el momento oportuno; generar nuevos conceptos de ideas disruptivas y filtrar aquellas que realmente tienen la categoría para acceder al mercado bajo nuestra marca.
Existen herramientas creadas para ejecutar este ciclo de forma metódica, estructurada y con resultados óptimos. Un ejemplo de ello es el “funnel”, una figura muy visual que hemos desarrollado de forma personal para algunos de nuestros clientes y con excelentes resultados.
La crisis ha potenciado esta actitud del “renovarse o morir”. Solo los mejores son capaces de destacar y consolidarse en un mercado en constante turbulencia. Lo observamos a diario en nuestros clientes.
Nuestras primeras recomendaciones son fáciles, replicables y suponen un primer avance en la materia.
1. La decisión de impulsar la innovación viene desde la directiva. Requiere de un lideraje y de herramientas efectivas. Se aprende de los mejores y se aplica con duro trabajo.
2. Es esencial potenciar el flujo de ideas entre el equipo. Hay mecanismos y juegos que potencian esta capacidad. Se empieza modificando la cultura interna de la empresa para garantizar la libertad de expresión, la comunicación bidireccional y el intercambio de iniciativas.
3. Mezclar departamentos para obtener equipos más completos que trabajan en conjunto para crear de forma sistemática nuevos conceptos disruptivos.
4. Aprender a asumir el riesgo y nunca catalogarlo como un fracaso, sino como uno de los posibles resultados del juego.
La innovación siempre ha existido y ha sido muy relevante para las empresas. Antes lo llamábamos creatividad, ahora lo sistematizamos. Al final lo importante es estar despiertos y tener la capacidad de transformar en rendimiento esta actividad.
Nuestros programas, como ejemplo, el “Corporate entrepreneurship”, facilitan este proceso y permiten la adaptación de empresas estáticas en potenciales emprendedoras.