Marruecos es desde hace ya unos años uno de los destinos con mayor crecimiento de entre los escogidos por las empresas españolas a la hora de internacionalizarse hacia otros mercados. Su enclave estratégico y tan próximo a nuestro país, su estabilidad política, la pujanza de su economía y el protagonismo que tiene en toda la zona del África Francófona lo hacen una plaza a considerar a la hora de escoger en qué mercados queremos exportar. Si queréis más detalles los encontraréis en una entrada previa, “Marruecos, prioridad estratégica“.

Pero Marruecos, es a la vez un país más lejano de lo que la distancia física con España podría hacernos pensar. Son muchas las empresas españolas que comercian con el país alauita (unas 20.000 exportadoras y unas 700 establecidas en el país), por algo somos su primer proveedor, aunque también son muchas las que no han conseguido su objetivo, o incluso, han tenido muchos problemas en su intento de vender allí.

Toda empresa interesada en EXPORTAR A MARRUECOS, o bien internacionalizarse, debería de tener en cuenta estos ASPECTOS FUNDAMENTALES:

Idoneidad del mercado

Es muy importante realizar un análisis previo de la idoneidad de nuestro portfolio teniendo en cuenta las características del mercado marroquí. Por ejemplo, MARRUECOS ES MAYORMENTE UN MERCADO “DE PRECIO”. El poder adquisitivo medio de un marroquí es notalmente menor que el –pongamos por ejemplo- de un italiano. Los marroquíes quieren tener aluminio en sus ventanas, volkswagens en sus garajes y televisiones planas, pero la mayoría no pueden pagar los modelos que compran los italianos. Por eso, el aluminio de sus ventanas es más fino, el VW Golf es básico y sin extras, y la televisión plana es china…Probablemente, si nuestra empresa exportase a los dos países, los productos destinados a cada país serían muy diferentes.

Conocimiento de usos y costumbres

He visto muchos alemanes yéndose frustrados después de llevar varios meses negociando con alguna empresa local interesada en sus productos. Para ellos, los marroquíes son informales, poco claros, y difíciles de confiar. Bien, es posible, opinable en todo caso, pero no debemos olvidar que si lo que queremos vender allí, NOS HEMOS DE ADAPTAR A SUS REGLAS. A sus costumbres. Si vamos con la intención de imponer las nuestras, las posibilidades de éxito serán nulas, y lo único que conseguiremos es perder tiempo y dinero. Es mejor conocer el entorno y adaptarse, porque una vez lo conseguimos, todo marcha mucho más fluido.

Socio/partner local

Como continuación de mi punto anterior, constato, que LA GRAN MAYORÍA DE LAS EMPRESAS QUE TRABAJAN EN MARRUECOS CUENTAN CON ALGÚN TIPO DE COLABORACIÓN en cualquiera de sus múltiples formas (distribuidor, partner, socio, etc.) que de alguna forma les ayuda sobre el terreno. Es muy difícil para un español recién llegado desenvolverse con soltura en este mercado. Hace falta un largo proceso de adaptación el cual se puede suplir con la figura de un socio local. Eso sí. Hay que escoger bien con quien se trabaja. Una comprobación a todos los niveles de la persona o empresa escogida es imprescindible antes de ponernos en sus manos.

Ir bien asesorados

Antes decía que he visto casos de alemanes “huyendo” de este país tras verse incapaces de entenderse con empresas locales. Pues bien, aún conozco más casos de empresas españolas que se han lanzado a la aventura creando sociedades, contratos, vendiendo al descubierto, etc. y que tarde o temprano ello se les ha girado en contra. Es fundamental ir bien asesorado. En temas legales y jurídicos, en temas de comercio, en temas bancarios, y en todos aquellos aspectos necesarios a la hora de trabajar con este país.

Por último, añadir, que ÁFRICA VA A SER EN EL CORTO PLAZO EL CONTINENTE CON MAYORES OPORTUNIDADES DE NEGOCIO DEL PLANETA, y que Marruecos será (de hecho ya lo es) sin duda uno de los actores más importantes de este nuevo tiempo que se vislumbra en este vasto y magnífico continente.