En el proceso de innovación es muy importante identificar los saltos de fe. Éstos, tal y como explica Randy Komisar, Partner en Kleiner Perkins (KPCB), en su libro Getting to Plan B, son aquellas preguntas fundamentales a las cuales hay que dar respuesta. Si la respuesta es afirmativa harán crecer el negocio, si no, lo van a destruir.

Con el auge de la emprendeduría y la innovación empresarial ha quedado claro que desarrollar un plan de negocio no es la manera óptima de proceder cuando las condiciones son de extrema incertidumbre.

Los planes de negocio sirven cuando podemos medir y predecir con cierta fiabilidad lo que va a suceder. Esto sólo se puede hacer cuando tenemos datos en nuestro poder porque estamos creando algo que no es nuevo. Alguien previamente ha dado respuesta a estas preguntas fundamentales. Pero, ¿Y cuándo creamos algo completamente nuevo? Carecemos de datos porque nadie ha hecho nada parecido y por lo tanto todo nuestro plan de negocio se va a sustentar en hipótesis. Si no son ciertas el plan de negocio servirá para desarrollar algo que probablemente nadie quiera, y por ello, una pérdida de tiempo.

Pongamos como ejemplo el iPod de Apple. Steve Jobs podía sacar mucha información del mercado gracias a lo que Randy Komisar llama análogos y antílogos. Un análogo eran los walkman, que, daban respuesta a una pregunta fundamental, ¿Quiere la gente estar en espacios públicos escuchando música a través de auriculares? Lo que hoy parece una tontería era una pregunta crítica, fue un “salto de fe”, para Sony. Si la respuesta hubiera sido negativa Sony hubiera desarrollado un producto que no se hubiera vendido. Otra pregunta fundamental que debía responder Apple era, ¿Está dispuesta la gente a bajarse música de la red? De nuevo podía obtener información pero de un antílogo en este caso, Napster. Un antílogo porque demostraba que la gente sí que descargaba música de la red, pero gratis. Luego, ¿Está dispuesta la gente a pagar por descargarse música? Esta fue una verdadera pregunta, un salto de fe, al que Apple necesitaba dar respuesta.

Si estás creando un nuevo producto o servicio es fundamental que empieces identificando tres preguntas críticas, tres auténticos saltos de fe a los que tienes que dar respuesta y que marcarán la ruta de tu negocio. Tu responsabilidad consiste en diseñar experimentos para testear tus hipótesis y obtener datos empíricos del mercado.